Las secretarías Académicas continúan con la reforma a normativas de las áreas

Los equipos de las secretarías Académicas de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER), tanto de Rectorado como de las cuatro facultades, fueron parte de un tercer plenario para avanzar la adecuación de normativas vinculadas a estas áreas.

La reunión de trabajo tuvo lugar el miércoles 12 de junio, a los fines de ajustar la redacción consensuada, siempre dejando margen para que cada facultad pueda actualizar sus reglamentos de manera flexible, en virtud de su propia identidad, la especificidad de sus carreras y el estudiantado que habita sus aulas.

Esta tarea se ha planteado en función de la existencia de nueva normativa aprobada por el gobierno nacional, en 2023, que supone la necesidad de revisar las resoluciones y ordenanzas UADER en lo que se considere pertinente.

La secretaria Académica de Rectorado, Alfonsina Kohan, hizo un repaso de los temas centrales impactados por las nuevas disposiciones. Hay aspectos que se vinculan “con la educación a distancia, con la implementación de nuevos sistemas de acreditación, SACAU, con un nuevo mecanismo institucional interno de evaluación, con la definición de pares evaluadores externos, entre otros puntos”, mencionó.  

Kohan amplió al respecto que “desde noviembre del año pasado se ponen pisos y topes a la carga horaria de las carreras de grado y pregrado y grado”. “Se insta a las universidades a que los planes de estudio se regulen, no por horas, sino por créditos académicos”. “En esa adecuación se propone un porcentaje de interacción docente -alumno, que no solamente es tiempo en aula sino tutorías, pasantías, práctica docente, pero también se contemplan horas de trabajo autónomo del estudiante. Se empiezan a visualizar las muchas horas que dedican los estudiantes a sus estudios. Hacer un trabajo práctico también son horas de trabajo autónomo”, mencionó.

“Son normas que vienen a modificar sustancialmente el modo en que concebimos los planes de estudio”, apuntó e interpretó que los cambios “sinceran un poco la distancia entre lo que un plan dice que dura una carrera y lo que efectivamente el estudiante demora en hacerla”, amplió al respecto y señaló que “es un trabajo progresivo que se hace, viendo la realidad de cada facultad”.

En este proceso de adecuación de normativa, se pone el foco en dos ordenanzas de la Universidad, el Reglamento Académico (Nº 120) aprobado en 2019 y la que regula la vigencia y reforma de los planes de estudio (Nº 146). “Hay que evaluar varios aspectos. Venimos trabajando hace más de un mes, con una mirada rigurosa. Hemos ido recibiendo los aportes, han participado incluso los decanos en una tarea bien colectiva. Hay puntos consensuados, otros que merecen algún debate”, precisó Kohan.

La pretensión es llegar a agosto para elevar al Consejo Superior un proyecto con los cambios a la normativa mencionada.